jueves, 28 de octubre de 2010

EN HIATUS INDEFINIDO

Tal como lo leen…..

no tengo inspiración……..

No tengo una motivación para seguir…….

Lo que llevo del capítulo 11 me parece una basura total………….

Mejor debería haber escrito un fict lleno de mierda romántica, sin sentido, sin una redacción coherente, sin temática…. Al parecer eso le gusta a la gente…………..

En Hiatus……..sin más que decir…………….


PD: Si a alguien le interesa........ la ganadora de este fracaso de concurso se anunció en mi otro blog http://rincondepanda.wordpress.com

domingo, 24 de octubre de 2010

CONCURSO MY INMORTAL... THE END

HELL-O!

Como pueden leer en el título de este post, el día de hoy llegó la fecha límite para recibir los ficts para el concurso de “My Inmortal”…. por consecuente, llegó a su fin el concurso… Pero un final triste…. de las 7 chicas inscritas, sólo 2 mandaron sus ficts…..A estas dos chicas, muchísimas gracias por su tiempo, por su esfuerzo, por su dedicación pero, sobretodo, por considerar a “My Inmortal” una historia digna de leer.

Por todo lo anterior, el concurso sigue en pie y por ello, cambiaré la fecha en la que daremos a conocer a la ganadora para el miércoles 27 de octubre. Edy y yo analizaremos las dos historias durante estos días.

¿Qué me deja esta experiencia?…. Nada, más que no volver a organizar un concurso de esta magnitud. Al parecer este blog, esta historia y su servidora, no tienen todavía su confianza. Es triste para mi.

Ahora Edy y yo volveremos a disfrutar de estas dos historia al leerlas de nuevo.

De nueva cuenta, muchísimas gracias.

domingo, 17 de octubre de 2010

CONCURSO MY INMORTAL...7 días

Hell-o!

como es costumbre, el blog se mantiene inactivo por varios días. Lo sé…….. pero ahora si que he tenido motivos de peso ….. He estado enferma durante estas ultimas dos semanas……. primero un resfriado horrible…..y depsués una infección estomacal bastante peligrosa……………. en fin……….

Para recordarles que sólo quedan 7 días para que manden su trabajo. Desafortunadamente sólo dos chicas lo han hecho: Suika y Tsuki. Las demás chicas no lo han hecho………..y dudo que ya lo hagan……….. así que……….Las chicas que están inscritas, si quieren seguir concursando por favor, dejen un comentario diciendo que sigue en pie su inscripción, y si no quieren también diganme, para ver si el concurso sigue en pie o no………

miércoles, 22 de septiembre de 2010

CONCURSO MY INMORTAL... Nueva actualización!

HELL-O!

Bien… Analizando con Edy, nos hemos dado cuenta que el máximo de 5 páginas no es suficiente para que todas las que van a participar en el concurso se puedan explayar. Así que hemos decidido aumentar el máximo a 10 páginas n_n, así que pueden escribir 5,6,7,8,9 hasta 10 páginas. Les recuerdo que no calificaremos la cantidad de páginas que hayan escrito, sino el contenido. No se preocupen, a Edy y a mi nos encanta leer n_n por lo que no tengan miedo de escribir 10 páginas n_n.

¡Estaremos esperando sus trabajos! Recuerden tienen hasta el 24 de obtubre

domingo, 19 de septiembre de 2010

MY INMORTAL Capítulo 10

Desde el principio, la vida de Anika siempre ha sido demasiado extraña, principalmente porque no recuerda su pasado. Por cuestiones del destino, había terminado en un orfanato, sin que nadie le diera una razón válida. Es por este motivo que siempre le ha sido difícil hablar sobre ella con extraños, por lo que en un principio siente cierta resistencia para abrirse ante Jin, pero ese encanto natural, esa vibra extraña que hay en él, la hacen sentirse lo bastante cómoda como para contar todos y cada uno de los episodios de su vida.

-¿Estás seguro de querer saber mi historia?… No soy muy buena hablando y…

-Quiero saber cada uno de los detalles que te han hecho la chica que eres ahora.

Jin la toma de la mano y la lleva hasta un pequeño lugar cerca del ventanal donde pudiesen sentarse cómodamente y la luz de la luna ilumine mejor a Anika para poder observar mejor sus facciones, sus gestos, pero sobretodo sus ojos.

-No sé por dónde empezar… Hace mucho que no… No hago una recapitulación de mi vida…

-Comienza por donde desees. Escucharé todo lo que tengas que contarme…

Sonríe un poco nerviosa a lo que Jin responde con una cálida sonrisa mientras le alborota el cabello corto.

-Es-está bien… Comenzaré por el principio…

Anika cierra por un momento los ojos, respira hondo y se zambulle en esos viejos recuerdos que tenía guardados en lo más recóndito de su mente…

El Principio…

El principio se remonta a su llegada a aquel orfanato. No recuerda muy bien cuándo y por qué motivo fue que había dado a parar ahí. Cuando tuvo la edad suficiente para preguntar y entender el lenguaje adulto, a eso de los 5 años, las encargadas del orfanato le dijeron que las personas que la habían recibido ya no se encontraban trabajando en el lugar, pero platicaban que la habían encontrado a la puerta del orfanato en una tarde con una lluvia torrencial. Curiosamente no lloraba, pero en su diminuto rostro se podía apreciar cierto temor, cierta desesperación.

Para algunas personas, el haberla encontrado ese día tan caótico, significaba un mal presagio. Y tal vez tenían razón porque sus primeros años de vida no fueron los más fáciles, como se supone que serían para un niño en su primera infancia.

No sabe con certeza el motivo, pero nunca fue una niña que se adaptara con los demás niños huérfanos, es como si no sintiera algún tipo de identificación con ellos. Muchas veces se había preguntado por qué sus padres la habían abandonado, es verdad, pero su pequeña mente había llegado a la conclusión que el motivo era simple: no la querían, que había sido algún error porque ella no era como los demás niños: alegre, llena de viva, llena de luz.

Desde pequeña ha tenido la “habilidad” o el “don” de ver cosas que, para el resto de la gente, no están. Las figuras que en un principio eran sólo sombras, con los años se volvieron más claras y comenzaron a tomar forma. Gente que había muerto desde hace muchos años, espíritus elementales del bosque que rodeaba el orfanato, hadas, todo aquello que se creía formaba parte de la imaginación de los escritores de cuentos para niños era una realidad palpable para Anika.

Mientras los otros niños jugaban entre ellos, la pequeña Anika jugaba sola con una muñeca que ella misma había construido y sus “amigos” imaginarios, según las encargadas del orfanato. Esto espantaba a sus compañeros y evitaban mantener contacto con ella, inclusive las niñeras. Más de una salió corriendo al ver que, en una ocasión donde Anika jugaba en un columpio, el otro comenzaba a moverse como si fuera impulsado por una fuerza desconocida.

Al ver que sus verdaderos “amigos” causaban tal impacto dentro del Orfanatorio, Anika había encontrado un hueco en la malla que dividía el bosque con el edificio. Todos los días se escabullía por horas, ahí se había sentido libre, sin ser juzgada.

Fue poco después de haber encontrado ese lugar secreto, que apareció en su vida ese misterioso ser.

-Anika… ¿por qué te quedas callada de repente?

Jin acaricia el dorso de la mano de la chica al ver que ésta quedó fijada en la luna reflejada en el vidrio de la ventana. A Anika le cuesta mucho seguir con esa parte tan “especial” de su vida. Está segura que, hasta ahora, Jin no le cree absolutamente nada de lo que le ha contado.

-No estoy segura de… Seguir con esto. Al ver tu expresión… sé que no me crees absolutamente nada. Por lo que dudo que vayas a creerme si te cuento el resto de mi historia…

-Anika, no importa lo que me cuentes. Sea lo que sea… voy a creerte…

Los ojos de Jin tienen una calidez extraña. La mira con tal intensidad que es imposible que no se sintiera en confianza, segura.

-¿Me creerías aún si te dijera que se trata de…?

Anika baja la mirada. No podía decir esa palabra que la mandaría directamente a un hospital psiquiátrico. Toda su vida ha tenido que guardar en secreto su encuentro con ese ser, ese chico que se encontró por vez primera en un parque a la edad de 5 años.

Cada determinado tiempo, el orfanato organizaba una excursión a lugares que los propios niños proponían y ese año los niños habían elegido un modesto parque de diversiones. Como era su costumbre, Anika no corría por todo el parque como los demás niños, de hecho caminaba alejada del grupo observando cada uno de los puestos, juegos y jardines como asegurándose de que no hubiera ningún ser extraño que le alterara. Pero algo había en ese parque que la tenía en un estado de alerta constante, sentía una mirada pesada sobre ella. Definitivamente no se trataba de esos fantasmas que solía ver, al contrario, sentía cierta vibra humana mezclada con maldad pura.

Cuando había caído la tarde y había llegado el momento de reunir a todos los niños, Anika decidió esperar a sus alegres compañeros en una pequeña zona con columpios y subibajas al lado de la entrada del parque, escondida entre arbustos y un par de árboles. Las encargadas no se preocupaban por Anika ya que sabían perfectamente que no se movería de ese lugar y nadie que pasara enfrente vería a la pequeña niña, por lo que fueron a reunir a los demás niños.

La tarde ya estaba llegando a su fin, por lo que el cielo mostraba sus hermosos colores ocres y violetas. Anika se columpiaba plácidamente, sintiendo el viento fresco en su rostro cuando, de la nada, vuelve a sentir esa presencia, vuelve a sentir esos ojos, como si estuviera justo detrás de ella.

Un ruido que se produce al quebrarse las ramas secas, la hace bajar sus pequeños pies para disminuir la velocidad del columpio y poder voltear a su izquierda, donde había provenido el ruido. Nada.

Al regresar su mirada al frente, un joven no más de 27 años, estaba frente a ella mirándola fijamente. La impresión de ver a alguien justo en un lugar donde segundos antes no había nadie, hizo que Anika tratara de huir pero, al levantarse, un pequeño fierro en el asiento del columpio le hace una pequeña herida en el muslo.

El chico se iba acercando y con cada paso, su terrible aspecto se iba revelando: ataviado completamente de negro, sus ropas estaban rotas, dejando ver partes de su cuerpo cubiertas de heridas que sobresaltaban en una piel tan pálida como la luna que comenzaba a asomarse. Su cabello estaba despeinado y su rostro estaba cubierto de sangre y tierra. Pero todo eso no fue lo que paralizó a Anika. Fueron sus ojos desorbitantes y rojos como la misma sangre que se clavaron en ella.

Anika había tratado de correr pero el mismo columpio la hizo tropezar y sus rodillas y palmas de las manos estaban totalmente raspadas. Al voltear para ver si el chico seguía ahí, este ya estaba a su lado mirando fijamente las heridas. La pequeña había dejado escapar un pequeño grito de sorpresa cuando, de la boca del chico, habían emergido lo que parecían dos colmillos.

-¿No tienes miedo, pequeña?

Le había preguntado. Anika no temblaba, no lloraba, no pedía ayuda lo cual había intrigado al chico. De hecho, había algo en la mirada de Anika que lo perturbaba más que su postura. Es como si no fuera la primera vez que se enfrentara ante un ser de su naturaleza. ¿Era eso o sus pequeños ojos claros le recordaban a alguien más?

-No… No tengo miedo…

Y así era. Anika no desviaba la mirada de los ojos del chico. La intriga de este crecía cada vez más.

-Eres una niña valiente, pequeña. Así que te prometo que esto será rápido.

El joven había tomado una de las manos de Anika y se la acercó a la boca. Pero al momento en que su lengua había terminado de lamer la sangre en la palma de la mano. Algo dentro de él comienza a arder, como si todo su cuerpo tuviera una reacción extraña a la sangre de Anika.

Bien era cierto que estaba mal herido por lo que la sorpresa había sido mayor cuando todas sus heridas comenzaron a sanar casi de inmediato. De hecho, había sentido una sobrecarga eléctrica por todo su cuerpo y esta le hubiera proporcionado mucha más fuerza.

Anika lo miraba inmóvil, en silencio. Sabía que debía salir corriendo aprovechando que el chico estaba como en trance, pero decidió quedarse. Su extraña curiosidad había hecho que se acercara al chico y acariciara el rostro de éste. ¿Cómo era posible que, dónde antes había heridas, ahora la piel no mostrara marcas de estas?

El chico se había alejado un poco al sentir la calidez de las manos de Anika sobre su piel y decidió volver a probar su extraña sangre. Rápidamente tomó una de las muñecas y encajó sus colmillos en ellos. Cuando su boca comenzó a llenarse con aquel cálido líquido, una corriente de imágenes confusas inundaron al ser. Anika lo sabía porque también ella las veía: una joven de cabello negro ondulado corría llena de sangre y suciedad, otras mujeres la perseguía, estaban ataviadas con vestidos de diferentes épocas, aunque todas eran diferentes, había algo en el que se parecían: los ojos color claro, casi miel.

Anika retiró de inmediato la muñeca. El chico no dejaba de mirarla con bastante atención e intriga. No había esperado encontrarse con tal revelación. Las palabras que le había dicho a continuación, nunca se borrarían de la mente de Anika.

-Así que eras tú… Nunca creí que llegaría a encontrarte en un lugar como este. No puedo esperar para ver en lo que te convertirás, pequeña.

Cuando estaba a punto de abrazarla, las risas de los niños y las voces de las encargadas, hacen que el chico se aleje rápidamente, escondiéndose entre la obscuridad del crepúsculo, no sin antes dedicar una última mirada

-Pronto volveremos a vernos y cuando eso suceda, te mostraré todo lo que serás capaz de hacer.

Justo cuando las maestras y los niños llegaban para llevarse a Anika, ese chico desapareció. Cuando una de las encargadas la llamaba, volteo y se podía ver la herida que tenía en la muñeca. Una maestra corrió para auxiliarla y la llevaron rápidamente a la enfermería. Cuando le preguntaron sobre lo sucedido, Anika había respondido que simplemente había caído del columpio.

-Anika…

-No trates de forzarte, se perfectamente que no me crees.

-No es eso.

-No serías el primero. Años más adelante, cuando le platiqué a Toma lo sucedido, simplemente sonrió y me dijo “Tu imaginación es un arma de dos filos”.

Una sonrisa amarga se asoma en los labios de Anika. Muchas veces dudaba respecto a si todo lo acontecido en su vida era verdad o simplemente se trataba de un trastorno psicológico parecido a la esquizofrenia por lo que veía y escuchaba cosas que no deberían estar ahí.

-Anika… Quiero que sepas que te creo… Lo hago porque… Yo mismo tengo experiencia con respecto a los… vampiros…

-Jin…

Cuando Jin pronuncia la palabra “vampiros”, Anika siente un hueco en el estómago. ¿Vampiros? ¿no es demasiado descabellado? … Claro, lo piensa la chica que ve fantasmas, hadas, duendes y demonios… pero ¿Vampiros?… O tal vez ese hueco se deba a que, finalmente, Anika encuentra a alguien que en verdad sabe de lo que habla, ha pasado por lo mismo que ella y la entiende. La forma en que Akanishi la mira directamente a los ojos mientras le dice que tiene experiencia con esos seres, cómo brillan sus ojos, hacen que le crean. Es como si se formara un vínculo invisible entre ellos.

-Lamento haberte incomodado Anika. Comprendo que sea algo difícil y duro de confesar, más si se trata de algo tan… Increíble.

Jin entrelaza su mano con una de las de Anika. Su piel se siente extremadamente fresca, por no decir que fría, eso le gusta a Anika.

-Creo que lo que necesitas es un buen trago. Ven, acompáñame. Así puedes seguir contándome tu historia.

Jin ayuda a Anika a levantarse y juntos bajan a la barra del lugar. Prende sólo las luces necesarias y al encender un pequeño estéreo debajo de la barra, comienza a sonar “Enjoy the silence” de Depeche Mode.

-Aquí tienes, no hay nada como un buen vino alemán para relajarte… Y dime ¿Desde cuándo conoces a Ikuta? Se ve que no es alguien que hayas conocido recientemente.

Pregunta Jin mientras le acerca una copa de vino blanco que, bajo la tenue luz de la barra, adopta un color dorado pálido, parecido al color de los propios ojos de Anika quien toma lentamente la copa

-Gracias… ¿Toma? Es una historia bastante larga la que tenemos él y yo. Los dos nos conocimos en el mismo orfanatorio.

Recuerda perfectamente ese día. Los ojos tristes de Toma al llegar al edificio, la mirada desconsolada que tenía cuando lo observaba desde el ático del orfanato. Lo que más recuerda fue que no había llegado solo, a su lado había una pareja que, después de un par de días, supo que eran sus padres muertos.

Al principio dudaba si debía acercarse a él ya que parecía querer alejarse de todos, pero había una luz alrededor de Ikuta que atraía a todos los niños como si se tratase de un imán. El día en que por fin pudo dirigirse a él fue cuando tuvo la oportunidad de transmitirle el mensaje de su madre una lluviosa tarde. Recuerda la expresión de incredulidad cuando repetía las mismas palabras que el espíritu de su madre expresaba. Nunca olvidaría el abrazo al final de aquel conmovedor evento, el abrazo que sellaría una amistad que resistiría el paso del tiempo y la lejanía.

Toma Ikuta se había convertido en alguien sumamente valioso para ella. Fue el primero y único en convivir con Anika en el orfanato, aún sabiendo las extrañas cualidades que poseía. No le importaba, de hecho, parecía divertirle. Como le encantaba la sonrisa de Toma, no había nadie a quien no le dedicara una. De hecho, por muy extraño que pareciera, hasta los espíritus y demás seres que rondaban el orfanato, se sentían atraídos por la vibra tan relajante que emitía Toma.

-No me sorprende. Ikuta parece un chico con cualidades especiales. Su porte, su presencia… Te rodeas de personajes bastante peculiares Anika.

Jin bebe de un solo trago lo que le quedaba de whiskey en su vaso. Del bolsillo interno de su chamarra de piel negra, saca su cigarrera y le ofrece uno a Anika, quien acepta inmediatamente.

-¿Puedo preguntarte algo? Tal vez esté fuera de lugar mi duda así que, si te sientes incómoda, no me respondas.

-Adelante, pregunta lo que quieras

Jin saca su zippo y enciende el cigarro de Anika

-¿Alguno de esos seres, de aquellas criaturas llegó a atacar a Ikuta?

Ante la pregunta, Anika baja inmediatamente la copa y mira con cierta tristeza a Jin. Ciertamente algo o alguien habían atacado a Toma, curiosamente como el incidente de la noche anterior.

-Si, y créeme, es algo de lo que siempre me he arrepentido…

Anika cierra los ojos y, como si se tratase de una película, ese incidente comienza a proyectarse en su mente.

En una de las tantas ocasiones en las que ella y Toma dormían juntos en el orfanatorio, éste despertó gritando, sudando frío y abrazado fuertemente al pequeño cuerpo de Anika. Cuando ella se había incorporado para tratar de tranquilizar a su amigo, la camiseta del pijama de Ikuta estaba rota y manchada de sangre en el área del abdomen, una herida justo al lado del ombligo se asomaba a través de la camiseta desgarrada.

-Toma-chan…. Estás sangrando….

Anika bajó de la cama para pedir ayuda, Ikuta estaba totalmente pálido y la sangre que salía de la herida era considerable. Pero ¿Qué les diría a las encargadas? Tal como si Toma le leyera la mente, se había acercado con un poco de dificultad, a una zona de remodelación cerca del baño, el lugar perfecto para cubrir un accidente sin razón aparente. Se habían llevado a Toma al hospital. Afortunadamente no había sido una herida de gravedad, pero dejaría una cicatriz.

Las siguientes semanas, Toma no podía dormir en lo absoluto y sí lograba hacerlo, tenía horribles pesadillas en las que un hombre vestido de color obscuro y cabello castaño, le decía que quería deshacerse de él a como diera lugar y que un día lo haría.

Fue terrible ver el estado de continuo temor en el que se había sumergido Toma. Nunca lo había visto así, tan apagado, tan falto de vida. Pero era comprensible ¿No es así? Que algo inexplicable te haya atacado a la mitad de la noche y a raíz de eso terribles pesadillas te impidieran conciliar el sueño. Anika había tratado por todos los medios de descubrir a ese ser, pero su limitado poder nunca pudo encontrar una pista.

Una noche en la que Anika fue a visitar a Toma, se había acercado con cautela a su cama para vigilar esa noche el sueño de su amigo, sueño que había logrado debido a las pastillas que le había recetado el médico, se sentó con cuidado sobre la cama y comenzó a acariciar el cabello del pequeño Ikuta. Pero, casi inmediatamente, este se había levantado bastante alterado y, como un mecanismo de defensa, con ambas manos aventó a Anika lo más lejos que pudo.

Esos ojos, esa expresión en el rostro de Toma, se quedarían plasmadas para siempre en la mente y el alma de Anika. Si, definitivamente tenía miedo y ella era la culpable.

-Toma-chan…

-Vete Anika… quiero dormir solo esta noche…

Un par de pequeñas lágrimas recorren las mejillas de Anika al recordar cómo fue que salió corriendo de la habitación y había decidido alejarse de Toma para siempre. Era lo mejor, él no se merecía una vida de sufrimiento a su lado, no después del dolor tan fresco que tenía por la muerte de sus padres.

-No fue tu culpa, Anika. Seres como esos son demasiado engañosos.

-Pero… Toma nunca había tenido esos sueños… esos incidentes, antes de conocerme. Fue demasiada coincidencia ¿no lo crees?

Anika comienza a recordar que, después de ese acontecimiento, ella y Toma se alejaron bastante. Conforme pasaron los días, Ikuta iba recuperando su ánimo característico, convivía más con todos en el orfanato y se le veía más descansado, claro, puesto que Anika ya no dormía con él. Fue una decisión tomada muy a tiempo, debido a que se acercaba la temporada de visitas de posibles padres adoptivos. Anika nunca se hubiera perdonado el que, por su culpa, a Toma no lo adoptara una buena familia.

La “Temporada” de visitas era todo un evento en el orfanato. Después de una selección muy meticulosa de las parejas que posiblemente adoptaran a uno de los niños, se organizaban visitas “guiadas” en las cuales, bajo la supervisión de las encargadas del lugar, los adultos convivían y tenían la oportunidad de conocer a los niños y, de ser posible, aportar con algo para el mejor funcionamiento del pequeño orfanato: paquetes de comida, medicamentos básicos, cobija, ropa, juguetes, lo que fuera para que los niños se sintieran un poco más cómodos.

Cuando un niño y la pareja congeniaban mutuamente, se organizaban citas independientes para días distintos a los de las visitas con todos los niños, esto con la finalidad de que los pequeños no se sintieran rechazados ahora que los adultos habían elegido a uno de ellos. Esa era la única condición; seguir visitando el orfanato hasta la fecha en que la adopción se completara oficialmente.

Como era su costumbre, Anika se escondía durante estas visitas. Las encargadas del lugar estaban preocupadas por ella, de que no conviviera con nadie, prácticamente actuaba como si tuviera miedo de los adultos. Tal vez, por azar del destino, su vida se volvería el orfanato. No era raro, de hecho, un par de las encargadas de los niños habían estado por muchos años en ese lugar y, al crecer, decidieron retribuir esos cuidados trabajando para futuras generaciones.

Desde la ventana del ático, Anika observaba detenidamente las dinámicas de las visitas que recibía Toma, quien al parecer se sentía un poco más dispuesto a participar debido a una pareja que no había desistido de conocerlo cuando recién había llegado él al orfanato, hace un par de años. Era una pareja que desgraciadamente no tenía la oportunidad de tener un hijo y ese anhelo los había hecho ser visitantes asiduos del orfanato por muchos años. Comenzaron con la única intensión de aportar un granito de arena ayudando económica y personalmente a las encargadas, ya que eran una pareja bastante adinerada.

Los padres adoptivos de Toma eran dueños de una cadena de hoteles de 5 estrellas que, gracias a su concepto que incluía spas con una temática enfocada totalmente a las necesidades de sus huéspedes, se habían convertido en uno de los más cotizados en la ciudad debido a que sus dueños no sólo se sentaban en una oficina de un alto edificio en la zona financiera, no, al contrario, ellos visitaban cada uno de los hoteles y atendían personalmente a sus clientes, haciéndolos sentir como si el lugar se tratara de una extensión de propia casa. Tal vez esta humildad de espíritu ayudó para que Toma no se sintiera intimidado por la promesa de una vida llena de lujos.

Anika veía con agrado que esa pareja iba sanando poco a poco las heridas emocionales en el alma de Toma. Pero más le alegraba el hecho de que su entrañable amigo sonreía y se le veía ilusionado por formar parte de una familia nuevamente.

Los meses pasaron y la adopción de Toma era oficial. Lamentablemente, en todo ese tiempo no habían vuelto a pasar tiempo juntos. Muchos habrían pensado que ese debía ser el día en que debían limar asperezas, pero para Anika era demasiado doloroso el verlo partir. Por sus extrañezas había perdido a su único amigo y ella no era nadie como para echarle a perder un día tan importante a Toma con una escena llena de lágrimas, por lo que fue a esconderse al ático y desde ahí observaba atentamente cómo los papás adoptivos de Ikuta lo ayudaban a cargar su pequeño equipaje. Un detalle que le pareció de lo más significativo, fue que habían decidido que, a pesar de la adopción, Toma conservaría el apellido Ikuta como muestra de respeto a sus difuntos padres. Si, definitivamente había corrido con suerte con esos padres tan comprensivos.

Después de que, tanto Toma como sus padres se despidieran de sus compañeros y de las encargadas, se dirigieron hacía el estacionamiento en donde se encontraba una camioneta estacionada. Desde ese punto era visible el ventanal del ático y fue entonces cuando se encontraron las miradas de Anika y Toma, quien había tratado de encontrarla pero el ajetreo de ese día tan importante se lo había impedido.

Al levantar la mirada, Toma se encontró con una Anika tal y como la había visto cuando pisó por primera vez el orfanato: parada en el ventanal y sosteniendo esa extraña muñeca, con un sencillo vestido color violeta obscuro, su cabello negro enmarcando ese pequeño rostro que mostraba tantas emociones a la vez.

El cielo estaba cubierto de obscuras nubes que comenzaron a descargar una tenue llovizna. Los padres de Toma lo llamaron para que se apresurara y entrara al auto, pero este se quedó parado mirando fijamente al ventanal.

Anika sentía como si su vida se estuviera yendo con Toma. Quería bajar corriendo para poder abrazarlo, desearle la mejor de las suertes, pero su mera presencia parecía un veneno que mataba el aura tan limpia y pura que emanaba toma. Las lágrimas estaban a punto de brotar, pero reunió todas sus fuerzas para no hacerlo, así que, sin dejar de ver fijamente a su amigo, movió una de las manos de su muñeca a manera de despedida.

Toma estaba atento a cada uno de los movimientos que hacía Anika, claramente pudo percibir, sin necesidad de escuchar, lo que su amiga decía a través del ventanal

-Adiós… Toma-chan…

Y sin más, Anika desapareció de aquel gran ventanal. La lluvia se había intensificado un poco más, lo cual ayudó a ocultar las lágrimas que corrían por el rostro de Toma.

Sus padres llegaron a su lado para cubrirlo con un paraguas. Su madre se arrodilló para abrazar a Toma, quien al cálido contacto de la mujer, no pudo contenerse más y lloró como nunca lo había hecho. Su padre le entregó el paraguas a su mujer y tomó en brazos a Ikuta para llevarlo a la camioneta.

-Debió de haber sido una experiencia demasiado dolorosa para una niña de 8 años.

-No te equivocas, Jin… esa fue la primera ocasión en la que me di cuenta de que estaba completamente sola. Antes de conocer a Toma, la sensación de soledad era algo completamente natural para mí, pero… el que él llegara a mi vida y me mostrara que podía confiar en alguien, que me mostrara que la compañía de una sola persona bastaba para llenar ese vacío… intensificó el sentimiento al momento de perderlo.

Anika se levanta de su asiento y se dirige al otro lado de la barra para servirse ella misma otra copa de vino blanco. Cuando le da la espalda a Jin para tomar la botella, este se acerca lentamente por detrás y le sujeta ambas manos para después susurrarle al oído

-Perdona si me extralimito al decirte esto, pero… qué hubiera dado yo por haberte conocido entonces y hacer que nunca te sintieras sola de nuevo…. Pequeña….

Anika cierra los ojos al sentir la voz vibrante de Jin tan cerca pero, eso pasa a un segundo plano, ya que al escuchar cómo la llama “pequeña”, algo dentro de su subconsciente vuelve a despertar. Un flashazo involuntario aparece en la mente de Anika, Esa voz, esa manera de decirle “pequeña” que tenía ese ser, es tan idéntico a cómo lo hace Jin. Pero, siendo realistas, es casi imposible ¿No es así?

-Gra-gracias Jin… es muy…. Amable de tu parte…

Anika se mueve un poco para zafarse de ese abrazo. Al voltear, tiene las mejillas un poco sonrojadas, lo que hace que Jin sonría

-¿Hice algo para hacerte sonrojar?

-No… No para nada…

-¿Por qué no sigues con tu relato? Apuesto a que todavía tienes más que contar, algún encuentro más interesante…

Jin toma de nueva cuenta la botella de vino blanco y le sirve un nuevo trago a Anika. Akanishi tiene una intensión oculta en su voz, disfrazada por interés y persuasión.

-Bien… claro que tengo mucho que contar pero… ya es demasiado tarde y…

-Vuelvo a recordártelo, Anika… La noche es nuestra y… el tiempo no es un problema para mí.

Anika toma de un solo trago el vino blanco en la copa, para tomar un poco de “valor”. Demasiado interés por parte de Jin le confunde pero a la vez la hace sentir una enorme necesidad por desahogar todo lo que lleva dentro. Aprovechando el momento, Jin toma de la mano a Anika y se dirigen a uno de los lugares privados del bar, en la otra mano sostiene un par de botellas.

-¿Qué sucedió después de que Ikuta se fuera del orfanato?

Los dos se sientan en ese lugar íntimo. Jin prende otro cigarro mientras Anika se recarga en la pared acolchada, con la mirada clavada en el techo.

-Lo que sucedió es otro de mis episodios extraños y difíciles de creer… tiene que ver con…

-Vampiros…

Al parecer a Anika ya no le causa tanta tensión el escuchar aquella palabra. No ahora que ha encontrado a alguien que no la considera una loca y que parece tener las mismas experiencias sobrenaturales que ella.

-Si, aunque no estoy segura de que se trate del mismo que conocí aquel día en el parque de diversiones o era otro nuevo, pero te aseguro que… los recuerdos que tengo de él son mucho más claros, mucho más significativos para mi…

El día en que Toma dejó el orfanato, fue cuando apareció por primera (o segunda vez) ese chico atractivo y misterioso.

Justo después de ver partir a su amigo, Anika había bajado corriendo las escaleras y siguió con la misma velocidad rumbo al bosque. Pasó por el orificio en el alambrado que delimitaba el orfanato y se adentró mucho más de lo que ella había explorado anteriormente.

Mientras más lloraba más fuerte corría, no le importaba si ramas o plantas con espinas le arañaban la piel. Por primera vez en su vida experimentó que el dolor físico le hacía olvidar el dolor del alma, así que aguantaba cuando tropezaba y se lastimaba. Corrió como nunca había corrido hasta que su diminuto cuerpo no pudo más y se desplomó sobre una cama de hojas en un pequeño claro dentro del bosque.

Acostada en el piso, lloró desesperadamente. Había gritado el nombre de Toma a toda la capacidad que sus pequeños pulmones cansados le habían permitido. ¿Así que esto era en realidad la soledad? Una sensación que le oprimía el pecho y le carcomía el alma.

Mientras Anika se encontraba en ese estado anestésico que aparece después de llorar con tal intensidad, observaba el cielo cubierto por enormes ramas con follaje en distintas tonalidades. Los árboles se movían bruscamente, eso era señal de que una presencia ajena a los espíritus y creaturas originarias del bosque, deambulaba por ese lugar. Anika pudo escuchar en la lejanía una respiración parecida a la de una fiera a la caza de su presa, lo que hizo que regresara a un estado de alerta y, de manera instintiva, observaba con más detenimiento cada uno de los movimientos de las ramas y arbustos. Si, definitivamente no era humano.

Anika experimentaba la misma sensación de opresión que causa el sentirse observada, la misma que había experimentado años atrás en aquel parque de diversiones. Observaba con cautela a su alrededor, pero no alcanzaba a visualizar nada en concreto. Hasta que un olor a cítricos y madera la hizo voltear a su espalda.

Claramente pudo observar como un chico alto se dejaba caer de rodillas sobre la cama de horas en la que Anika reposaba su dolor. Su perfume era embriagante al igual que sus ojos castaños, uno, su ojo derecho, enmarcado por un lunar. Por alguna extraña razón, la chica se había quedado hipnotizada por aquellos enigmáticos ojos ya que no se parecían en lo absoluto a los ojos del primer vampiro que había conocido hace años atrás, aunque el parecido era bastante.

Lentamente había tomado entre sus manos el largo cabello de Anika y comenzó a olfatearlo con detenimiento, después siguió con su cuello, sus brazos y se detuvo en una de las muñecas. Finalmente tomó el rostro de la niña entre sus manos y sonrió mostrando una dentadura perfecta sin indicios de colmillos. Anika se concentró en una cicatriz en la muñeca izquierda del chico.

-Pequeña… Al fin te encontré…

Anika no respondió, no se movió, simplemente miraba fascinada al chico delante de ella

-Y ahora… Prometo no dejarte. Eres tan valiosa… no te imaginas cuanto, Pequeña.

Y sin más, el chico se acercó y besó a Anika en la comisura de los labios. Y desapareció tal y como había llegado.

-¿No tenías miedo de que te atacara?

-No. Algo en él me atraía demasiado… especialmente sus ojos y su voz. De hecho… el lunar que él tenía se parece mucho al que tienes en tu ojo derecho y también tu cicatriz…

Anika se peina con ambas manos su pequeño cabello negro para después tomar otro trago. Jin sonríe ante el señalamiento de su compañera.

-¿si? ¿No será que….?

-O tal vez esté equivocada… tenía 7 años, Jin. No recuerdo muchas cosas con claridad.

-Pero si recuerdas a la perfección todo lo relacionad con ese… chico especial.

Los ojos de Jin vuelven a iluminarse, como si disfrutara de una manera muy personal el escuchar a Anika hablar maravillas de ese misterioso vampiro.

-No puedo mentirte ¿Cierto?… Así es… lo que pasé con él está tan grabado en mi mente que puedo describir con exactitud cada uno de los días que pasamos juntos.

Pasaron varios días desde aquel encuentro aquel chico sin nombre. Anika seguía llorando secretamente la ausencia de Toma y cada vez se refugió más en el bosque. No había día en que no se escabullera y pasara horas en aquel claro, esperando a que el chico misterioso regresara

Pasaron 3 meses para que se diera ese segundo encuentro. Era un día lluvioso y todos los niños se encontraban dentro viendo una de las tantas películas tontas de Disney en la sala comunal y Anika se entretenía mirando las distintas figuras que formaban las gotas sobre la ventana. Fue entonces cuando vio al chico parado justo frente al boquete del alambrado donde ella solía escabullirse. Había algo distinto en él, a pesar de la considerable distancia que les separaba, Anika pudo darse cuenta de que estaba más pálido de lo normal, delgado y con ojeras bastante pronunciadas.

Sin más salió corriendo del orfanato pero cuando llegó al alambrado, el chico ya no estaba por lo que decidió meterse al bosque. No tardó mucho en encontrarlo porque ahí estaba él, sentado sobre el tronco de un árbol caído. Cuando se acercó a él este la abrazó y Anika no opuso resistencia. No sabía si se debía al la lluvia helada del otoño, pero la piel del chico estaba congelada. Trató de separarse un poco para preguntarle qué le había pasado, pero el cálido aliento sobre su cuello la hizo estremecerse y temblar un poco.

-No debiste seguirme… Corres peligro conmigo en estos momentos…

Su voz rasposa reflejaba claramente cierto dolor, cierta debilidad. Sus ojos castaños la miraban como si se tratara de algo que al más mínimo movimiento fuera a quebrarse.

-Creo saber lo que… necesitas…

El chico se sobresaltó un poco al escuchar a Anika pronunciar esas palabras. ¿Cómo era posible que supiera…?

-Parece que estás herido… Hace mucho me encontré con alguien como tú y al momento de probar mi sangre se recuperó en instantes…

-Pequeña… ¿quién era?

-Eso no importa… hazlo….

Anika había acercado su muñeca cerca de la boca del chico, quien dudó unos instantes ante la osada acción de la niña, pero en un segundo acercó sus labios y sus colmillos se clavaron en la delicada piel. Un pequeño hilo se sangre apareció y recorrió el brazo de Anika, pero algo fuera del dolor de la herida en su muñeca, la hizo sobresaltarse, no solo a ella sino también a chico…

Una visión… La primera de tantas…

Muchas mujeres, de varias edades la miran con preocupación, otras con orgullo. Poco a poco la rodean. Sus labios no se mueven pero puede escuchar un coro de voces espectrales que le dicen que debe huir, que debe alejarse y que todavía no está lista… ¿Lista para qué?

Cuando Anika había abierto los ojos, el chico la miraba con preocupación. Al parecer se había desmayado.

-¿Qué fue eso?…

-¿No las reconoces pequeña?

-No… ¿Quiénes son?…

Anika comenzaba a sentir una opresión en el pecho, los inicios de sus futuros problemas de ansiedad. Al ver esto, el chico decidió no ahondar más en el tema y la ayudó a levantarse. Tal como le había dicho Anika, el chico estaba como nuevo; había recuperado su fuerza, un poco de color, pero, lo más importante, el haber bebido su sangre fue el equivalente a una inyección de la droga más adictiva.

Tomó a Anika en brazos y en un abrir y cerrar de ojos, estaban dentro del orfanato, justamente en el ático.

-Gracias por el regalo que me has dado el día de hoy, pequeña. De ahora en adelante, jamás te dejaré sola. Ahora nos une algo que es más fuerte que cualquier lazo… Nos une la sangre.

El chico se había hincado para quedar a la altura de Anika y se despidió de ella con beso en la frente. Cuando la niña volvió a abrir los ojos, el joven ya no se encontraba en el lugar, había desaparecido tal como habían llegado, sólo quedaba la débil calidez de sus labios sobre la piel de Anika.

-Cada vez me sorprendes más, Anika…

-Para mal… me imagino

Anika ya se había terminado una de las botellas y estaba cómodamente sentada mientras fumaba sin parar.

-No, al contrario. Encuentro fascinante cada uno de los episodios de tu vida, sobretodo el que hayas podido sobrevivir al tener como “amigo” a un vampiro.

Jin se acerca un poco más a Anika para poder apreciar mejor sus facciones, sus ojos. Anika no parece molestarse ante tal acercamiento.

-Amigo… No puedo describir tan fácilmente lo que tuve con ese ser. Era algo más que amistad. Fue mi salvación en momentos en los que sentía que ya nada tenía motivo.

Anika fija su mirada en las manos de Jin y sus largos dedos, los cuales mueve rítmicamente sobre su copa.

-¿Recuerdas el violín que tienes en tu sala y que te comenté que yo tenía uno igual, que me lo había regalado alguien muy especial?

-Así es… No me digas que…

-Si, fue él quien me lo regaló para mi octavo cumpleaños…

Las visitas entre el chico y Anika se dieron con bastante frecuencia. Platicaban de todo un poco y fue gracias a él que Anika descubrió que tenía dotes de artista. Fue él quien le dijo que debería desarrollar dichas habilidades, aunque Anika no estaba muy segura de que en realidad destacara en nada.

Si cantaba lo hacía porque le nacía y sólo cuando estaba sola. Si pintaba o dibujaba, lo hacía cuando nadie la miraba. Y si llegaba a tocar algún instrumento, se aseguraba de que nadie estuviera a su alrededor. Hubo un par de ocasiones en las que alguna encargada del orfanato la escuchaba tocando el piano durante las noches en un rincón de la sala, lo que sorprendía era que nunca había tocado clase alguna y era capaz de tocar como si llevara años de práctica.

Pasaron los meses y el cumpleaños de Anika había llegado. 31 de octubre. El otoño en todo su esplendor.

Como era costumbre en el orfanato, las encargadas organizaban una pequeña reunión con todos los niños y preparaban la comida favorita del festejado en cuestión junto con un gran pastel. Por supuesto, Anika no era de las que gustaban de este tipo de festejos, de hecho, en sus cumpleaños decidía pasar todo el día recluida en el ático. Por lo que la directora de la del orfanato había decidido que, como regalo, Anika tendría su propia habitación y esa sería el ático. La mayoría de los niños de la “generación” de Anika ya habían sido adoptados y sólo quedaban los pequeños en las habitaciones. Por no decir que Anika tenía tendencia a asustar a los pequeños con su muñeca vudú y les impedía dormir con sus historias de fantasmas que rondaban en el orfanato.

-TwT ani-nechan!

-u_ú…. si no me crees, pregúntale a mi muñeca…. Ella te dirá la verdad

Los ojos de Anika se iluminaron cuando ese día le dieron la noticia. Las encargadas le dijeron que ayudarían a limpiar el ático pero Anika subió corriendo las escaleras gritando que no se preocuparan, que ella limpiaría todo.

El día de su cumpleaños se lo pasó limpiando, quitando telarañas, matando insectos, y cuando menos se había dado cuenta, la noche había caído. Abajo ya no se escuchaba ningún ruido y las luces estaban apagadas, por lo que decidió hacer una cama provisional hasta que arreglar algunos viejos muebles que había en el ático.

A eso de las 3 de la mañana, Anika se movía inquieta en su cama provisional hecha por una gran cantidad de plástico con burbujas para envolver, sábanas, cobijas y sus almohadas entre unas cajas. Algo la despertó de repente, una voz, una voz que la llamaba, una voz que le pedía que se asomara a la ventana que da a la parte trasera del orfanato.

Todavía algo adormilada, camina hasta dicha ventana y se asoma sólo por curiosidad pero, de la nada, aparece el chico misterioso en el patio del orfanato, mirándola con una gran sonrisa. Anika abrió la ventana. Así que, la voz que escuchaba en sueños era de él. Esa fue la primera vez que descubrió que podían comunicarse a distancia.

-¿Qué haces ahí parado?

-No podía dejar pasar desapercibido tu cumpleaños, pequeña. Te traje un regalo

-¿Eh? ¿Cómo supiste que…? ¿Por qué no entras? ¡Te van a ver! Te abriré la puerta

Anika le hace un ademán con su pequeña mano para que entre, pero el chico no se movía.

-No puedo pasar sin una invitación, pequeña… Sería demasiado descortés de mi parte…

Una sonrisa se dibujó en los labios del Chico, mientras daba unos cuantos pasos hacia adelante.

-Ah… No te preocupes por eso, puedes entrar cuando quieras. No te quedes ahí parado, pasa n_n

Anika da unos pasos para salir del ático y abrirle la puerta, pero al regresar para cerrar la ventana, se sorprende al ver que es el propio chico quien está cerrándola.

-Pe-pero O__O

Al voltear, el chico se arreglaba un poco el saco. Anika lo miró un poco extrañada ya que va vestido con un perfecto traje negro, zapatos de piel, camisa blanca y corbata roja. Su cabello suelto iba sin peinar pero parecía que se debía al mismo corte en sí. El chico, al ver la expresión de Anika, se acerca a ella y la mira directamente a los ojos.

-¿Qué? ¿por qué me miras así?… ¿Tengo el rostro sucio?…. ah… lo siento es que no me bañé esta noche y he estado limpiando y….

Anika comenzó a limpiarse el rostro con ambas manos como si fuera una ardilla, al ver esto el chico tuvo un ataque de risa. Se acercó y le alborotó el cabello.

-No, no tienes nada en el rostro. Simplemente te ves demasiado linda haciendo eso

-¡No te burles de mi!

Inmediatamente después, Anika lo había pateado en la entrepierna lo cual provocó otro estallido más de risas en el chico. Anika hizo un puchero de enfado y se fue a su cama. El chico la siguió un poco más serio.

-Lo siento pequeña. No volverá a pasar…

-Baka =w=

-Te dije que traía un regalo para ti ¿verdad? Cierra los ojos…

El chico tomó ambas manos de Anika y las puso boca arriba. Con delicadeza, colocó un estuche para instrumentos musicales. Cuando le dijo que podía abrir los ojos, Anika no creía lo que tenía en las manos.

-¿Qué es esto?

El chico sonrió de una manera amable, tierna pero a la vez seductora

-…Otanjoubi Omedeto

Anika poco a poco abrió el regalo y lo que vio dentro la sorprendió sobremanera. Era un violín, uno bastante extraño. Madera negra con un barniz rojo que le daba un toque como si hubiera sido pintado con sangre. Anika lo sostuvo entre sus manos, lo admiraba, era hermoso. Sin más, dejó con cuidado el violín y abrazó fuertemente al chico. Sólo a una persona había abrazado de esa manera y ese era Toma.

-Muchas gracias… es hermoso…

-Sólo existen dos en el mundo, pequeña. Y yo tengo el segundo. Así que tienes razón, son hermosos y son especiales, tal como tú…

El chico había tomado el rostro de Anika entre sus manos y la besó en la frente.

-Excelente regalo de cumpleaños, debo admitir

Jin termina su bebida mientras mira con atención a Anika. Esta sonríe al recordar ese día, después de la partida de Toma, era la primera vez que sentía que alguien se preocupaba por ella. Un par de pequeñas lágrimas se asoman, al ver esto, Jin la abraza y la besa delicadamente en la mejilla, con el simple afán de hacerla sentir un poco mejor.

-Jin… creo que… necesito salir y tomar un poco de aire fresco

-Te acompaño. Conozco un lugar en donde podrás sentirte mejor

Akanishi le ofrece la mano y Anika la toma ya con mucha más confianza. Se acercan a la salida no sin antes apagar las luces de todo el bar.

-Muchísimas gracias Jin… en verdad, te lo agradezco. Hace mucho tiempo que nadie me prestaba tanta atención, que me escuchaba tal como lo haces tú.

-No tienes por qué agradecerme, Anika. Como te dije, tu historia es la define como eres: enigmática, fuerte, pero sobretodo fascinante.

-No tienes por qué decir esas cosas, Akanishi. No creo que en mi vida existan más eventos “fascinantes”

Los dos salen del bar y Anika cierra la puerta con doble candado. Se queda parada frente a la puerta. No mentía, en su vida no había cosas fascinantes dignas de ser plasmadas en un libro, o para proyectarse en alguna película. Es cierto que había cosas muy buenas y recuerdos gratos, pero, lo que la había definido como persona, habían sido todos aquellos sucesos dolorosos en los que casi había perdido la razón.

-Lo dudo Anika. Estoy completamente seguro que todavía tienes mucho que contar.

Jin la toma de la mano y se dirigen hacia su Ferrari convertible rojo. La noche estaba en todo su esplendor y la historia de Anika apenas había comenzado.

viernes, 17 de septiembre de 2010

CONCURSO MY INMORTAL... CIERRE DE INSCRIPCIONES

HELL-O!

Bien, ha llegado la noche del 17 de septiembre y se han cerrado las inscripciones para el concurso. n_n 7 chicas son las que participaran! Muchísimas gracias por creer en el blog, por creer en el fict y en el concurso! Muchas, Muchas gracias! Aquí les pongo a las participantes por orden de inscripción:

1.- Ayaa

2.- Inkeli

3.- Yuuko

4.- Tsuki

5.- Suika

6.- Wirisita

7.- Jacibe

Muchas gracias y la mejor de las suerte para toda! Tenemos a chicas de España, Alemania y México. Lamento que las chicas que tenían ganas de participar, debido a mi pequeño error, hayan rechazado el concurso. En verdad lo siento.

Ahora a escribir se ha dicho! tienen hasta el 24 de octubre para mandar sus historia!

Edy y yo estaremos esperando con ansias sus trabajos! Claro, no hemos ganado premios de literatura, tampoco hemos escrito libros…… pero al menos sabemos que seremos justas al leer sus historias n_n

viernes, 3 de septiembre de 2010

CONCURSO MY INMORTAL... 2 semanas

HELL-O!

Así es chicas, sólo quedan 2 semanas para que se inscriban en este humilde concurso. Hasta el momento se han escrito 5 chicas a quienes les agradezco sobremanera su participación. Ellas son, por orden de inscripción:

1.- Ayaa

2.- Inkeli

3.- Yuuko

4.- Tsuki

Ya tenemos a 4 participantes por lo cual el concurso sigue de pie. Así mismo quiero recordarles que el concurso es a nivel internacional, así que no duden en inscribirse. Ya estoy haciendo mi cochinito para la paqueteria n_n. Recuerden, tienen hasta el 17 de septiembre para inscribirse.

Nada me daría más gusto que todas participaran n_n…. Y a Ryo también…..miren que lo hace para convencerlas…



domingo, 22 de agosto de 2010

MY INMORTAL CONCURSO UPDATE

Después de consultarlo con Edy... y después de ver el noble gesto de Lili, una chica mexicana, que se ofreció a ayudarme a pagar la paquetería internacional.... He llegado a la conclusión de que fui demasiado injusta..... así que..............

La convocatoria del primer concurso "My Inmortal" se abre a nivel internacional!.

Ustedes se lo merecen chicas, merecen que haga un esfuerzo por todas ustedes, así que... lo haré....
Las bases siguen siendo las mismas, sólo recuerden poner el país del que son originarias, es muy importante, ya que así me puedo dar una idea de cuánto debe ser mi presupuesto.

Por favor chicas, pongan su comment de "inscripción" en el link que contiene todas las bases del concurso, esto con la finalidad de llevar un mejor control.

De nueva cuenta muchas gracias y lo siento.

jueves, 19 de agosto de 2010

CONCURSO MY INMORTAL

En agradecimiento para todas aquellas lectoras que gustan de mi historia, he planeado hacer un concurso en dónde el premio no será algo de johnny's sino algo relacionado con el fict y que he hecho con mis propias manos.... Anyway...

¿DE QUÉ VA EL CONCURSO?
El concurso es muy sencillo y no les costará nada. Cada una de las participantes deberá escribir sobre su personaje favorito del fict...¿De dónde creen que vienen? ¿Qué creen que sea el personaje? ¿Cómo es el personaje en la parte privada? ¿Tienen poderes?... ¡La imaginación no tiene límite! Son libres de escribir sobre el personaje n_n

A CALIFICAR:
La originalidad en que está escrito el mini fict, la biografía, el ensayo (O_o?) lo que vayan a escribir. No voy a pedir que sean todas una literatas porque no se trata de eso, se trata de divertirse. Lo único que si voy a poner mucha atención es la ORTOGRAFÍA u_ú.

ESPECIFICACIONES:
1.-Lamentablemente, el concurso se va a limitar únicamente a todas aquellas que viven en México. Y no es por discriminar, simplemente porque la paquetería a otros países sale extremadamente cara y no tengo trabajo en estos momentos V_V de lo contrario hubiera comprado algo de johnny's o algo más chido para regalar. (Espero que esto no sea una limitante para el concurso).

2.- El mínimo de páginas que debe contener el fict es de 2 y un máximo de 5 páginas. La tipografía y el tamaño de la letra debe ser ARIAL 12 Justificado. (Me sentí como una maestra dejando un trabajo escrito jajajajaja).

REGLAS:
1.- Los trabajos deben mandarse a mi correo darkhyde_pau@hotmail.com y con el tema de "CONCURSO MY INMORTAL"

2.- En la "Ficha técnica" deben incluir:
Nombre
Nick
Edad
Personaje elegido
Ciudad en dónde viven

3.- El fict deberá tener buena ortografía.

4.- Los ficts los leeremos y calificaremos Panda (su servidora) y Edy (mi musa inspiradora). Les recuerdo que no calificaremos la cantidad de páginas que se escribieron, sino la originalidad y la creatividad de dicha historia. También tomaremos en cuenta los comentarios que tengan las lectoras que no sean de México, esto para incluirlas también en el concurso ya que su opinión es sumamente importante

5.-Habrá una fecha de inscripción para cada historia. En este periodo no es necesario que manden su trabajo, simplemente deberán dejar un comentario en este post (no en otro) en donde digan que van a participar. También durante este tiempo pueden darse de baja si ven que no les late el concrso. La fecha de inscripción comienza este Viernes 20 de agosto y se cierra el Viernes 17 de Septiembre, lo que les da un mes para decidirte. n_n

OJO: si veo que en 15 días a partir del día de inicio de inscripciones no hay foro (al menos unas 3 chicas inscritas) me veré en la penosa necesidad de suspender el concurso.

6.- Cuando se cierren las inscripciones el 17 de Septiembre, oficialmente comienza el concurso y se les dará hasta el Domingo 24 de Octubre para mandar sus trabajos. Después de esta fecha, ya no se aceptará ningun trabajo.

7.- Se anunciará a los ganadores el Domingo 31 de Octubre (si, halloween mi día favorito del año) tanto en este blog como en el de El Rincón de Panda.

8.- La chica que haya resultado ganadora recibirá un Email de mi parte el Lunes 1 de Noviembre en dónde le voy a solicitar su dirección completa porque el premio será....

PREMIO:
Bien, el gancho para que participen en el concurso....
El premio para la ganadora será un cuadro titulado "Las dos Anikas" el cual lo hice yo solita con mis dos manitas. Así que no existirá otro igual. Las medidas del cuadro son de 59cm de ancho x 30 cm de alto, así que no es mini mini. La técnica con la que lo pinté fue en acrílico. Aquí les dejo la foto del premio.

Aquí lo tienen, espero que se pueda apreciar bien y les guste el premio.

OTROS:
Para ser justas y que no crean que hay mano negra en el concurso. Cada trabajo que vaya llegando a nuestras manos, lo colocaré en el blog de Rincón de Panda junto con los comentarios que tengamos sobre el mismo tanto Edy como yo, esto con la finalidad de que las participantes estén enteradas de que si leemos sus trabajos y las chicas que no participen en el concurso tengan la oportunidad de dejar su comentario.

*************
Sin más por el momento, espero que les agrade el concurso y se animen. Cómo dije al principio, este concurso lo hago como un reconocimiento para todas ustedes que siguen y leen mi historia, ya que sin ustedes, hace mucho habría dejado de escribir

viernes, 23 de julio de 2010

CAPÍTULO 9

MY INMORTAL

-Capítulo 9-

-Anika… Sakurai-sensei es tan atractivo *O*…

-Mitzuki… Me estás apretando >w<>

Anika forcejea un poco con Mitzuki, quien la abraza cada vez con más fuerza. Las dos chicas, como el resto de las alumnas, miran a Sakurai. ¿Sería un nuevo maestro? ¿Formaría parte de los jurados del evento? Cuando finalmente Anika pudo zafarse de su amiga, algo en la mirada de Sho le llama mucho la atención: esos ojos castaños reflejan mucho más, como si en su vida hubiera pasado por varias situaciones que le han endurecido. Si, esa es la sensación que percibe; detrás de esa fachada tan apacible, se encuentra un hombre endurecido por una vida nada fácil.

-¡Oe! Dejen de mirarlo con lujuria ¡Bola de lobas hambrientas! ¬¬ … ¡Sólo yo puedo hacerlo!

-¡Nagase Tomoya! ¡Deja de decir tonterías!

El salón suelta una carcajada sonora pero inmediatamente vuelve a su trabajo ante un gruñido bastante amenazador por parte de Nagase. Una pequeña, pero enérgica pisada en su pie por parte de Sho, lo hace relajarse un poco.

-¡Itteeeee!… No era necesaria tanta agresión de tu parte ¬O¬

-¿Por qué no mejor me presentas con tus alumnos? ¿No es por eso que me trajiste aquí?

-De acuerdo, De acuerdo. Te presentaré u_ú comenzaremos con el escuadrón de la perversión. Son un grupo bastante conflictivo, pero, entrega buenos resultados ¿ne, Mitzuki?

La aludida parece no escuchar a Nagase. Recorre con su mirada el muy bien formado cuerpo de Sakurai, vistiéndolo y desvistiéndolo a su antojo en su mente. Si, tanto él como aquel chico Yamashita son perfectos para que desfilen su colección.

-¡Ogawa Mitzuki! ¬O¬ ¡Deja de violar al pobre de Sakurai! ¿No ves que es un alma pura que nunca ha sido corrompida por las bajas paciones de chicas como…

-¡Argh! Por favor Nagase ¡Ya basta!

-No tienes por qué gritarme Sho-chan ToT… Si tan sólo dejaras de actuar tan encantadoramente, no tendría por qué defenderte ú_ù

Sakurai está a punto de perder la paciencia con Nagase, por lo que Mitzuki aprovecha el momento para hacer su movida.

-Veo que Nagase y tú se llevan muy bien ¿Se conocen desde hace mucho?… Ah, pero que educación la mía, Soy Mitzuki Ogawa. Mucho gusto

Mitzuki extiende la mano para saludar al sexy espécimen, quien le corresponde el saludo acompañado de una sonrisa tenue. Debido a esto, la chica siente como si sus piernas se volvieran de mantequilla. Ah, es tan perfecto.

-Mucho gusto, Mitzuki. ¿Así que formas parte de este grupo?

-¡Claro! De hecho soy la líder o_ó del futuro grupo ganador del evento de este año.

-Jaja… Me gusta ese entusiasmo.

-No sólo contamos con entusiasmo. Somos un grupo con los mejores elementos ù_ú. Permíteme presentártelos. El cerdito regordete que está comiendo pocky’s sin mi autorización, es Massuda Takahisa, alumno de la carrera de Arquitectura y Diseño, encargado de la creación del stage para el evento.

-Yoh n________n

Massu lo saluda con un sin número de pocky’s en la boca y una caja de los mismos en la Mano. Sho sonríe y le hace una pequeña reverencia con la cabeza.

-Y aquí tenemos a Toma Ikuta, alumno de la carrera de Cine. Es el encargado de lo que será filmación de los videos promocionales y multimedia que se proyectará durante el evento. Es una fortuna contar con su talento, no es por alardear pero, sus cortometrajes han ganado los primeros lugares en los festivales de cine entre las universidades de la ciudad.

-No es necesario que exageres, Mitzuki. Mucho gusto

Toma se levanta de su lugar, y estrecha la mano de Sakurai. Algo curioso sucede cuando sus manos hacen contacto. No sabe el motivo pero Ikuta siente una gran afinidad para con Sho, como si formaran parte de una misma “manada”. Pero, eso es normal ¿No es así? Los hombres, se conozcan o no, siempre se sienten parte de la “manada” del género masculino ¿O se equivoca?

-Fuerza y firmeza al estrechar las manos… Eso habla muy bien de ti, Ikuta. Los verdaderos hombres se conocen en el apretón de manos.

-Vaya… Gracias Sakurai…

-Oh, si señor u_ú nuestro “Toma-tomate” tiene unas manotas y te da unos apretujones que para que te cuento…

-¡Mitzuki!

Ante la afirmación de Mitzuki, Toma se pone rojo como un tomate. De ahí el apodo que le había puesto Mitzuki un día que lo encontró viendo Hentai en la secundaria.

-Aw *O* Te ves tan lindo todo rojito. Bien, el que sigue. Él de la mirada de pocos amigos es Ryo Nishikido, estudiante de la carrera de Marketing.

-¡oe! ¡¿Nada más?! ¡¿Eso es todo lo que tienes que decir de m?! Del cerdo y de Ikuta dices maravillas y ¡¿yo sólo soy el de la mirada de pocos amigos?!

-Jijiji >3<>

Mitzuki se acerca para poder jalarle las mejillas al ofendido. Ryo sólo se le queda mirando, eso es lo último que le faltaba, qué Mitzuki no reconociera todo su trabajo durante estos últimos años.

-Eres de Osaka ¿O me equivoco?

Pregunta Sho mientras se acerca a Ryo, quien lo mira con cierto recelo y responde la pregunta con su clásico sarcasmo y enfado

-¿Qué me delató? No me digas… ¿El Kansai-ben?…

-No, para nada. Digamos que por experiencia propia he comprobado que… los originarios de Osaka son bastante… Orgullosos y con una enorme necesidad de ser reconocidos, aún cuando no se lo merezcan.

Ryo sonríe, y adopta una postura cómoda pero a la vez intimidante. No dejaría que un desconocido le hable de esa manera.

-Viniendo de un originario de Tokyo… Créeme, no me molesta el comentario. Los de Tokyo tienen un complejo de superioridad bastante elevado que les impide ver su verdadera situación, la cual es, por supuesto, bastante decadente…

-¿No te molesta el ofender a tus compañeros, Nishikido? Tus compañeros de equipo son de Tokyo ¿O me equivoco?

Tanto el escuadrón como el resto del salón se habían acostumbrado, no con mucha paciencia, a los comentarios de Ryo un poco despectivos con respecto a que Osaka es superior a Tokyo en muchos aspectos, por lo que un comentario más no les afectaba en lo más mínimo. Mitzuki entrelaza su brazo con el de Ryo y le da un beso en la mejilla, eso lo sacaría de su estado agresivo-paranoico y relajaría un poco el ambiente.

-¡Oeeee!

-Yo soy de Yokohama y ya me acostumbre a los comentarios tan llenos de “amor” por parte de mi bicho jodido del mal *3* A ver, ¿Quién quien es mi amargadito de Osaka preferido?

-¡argh!

Ryo se zafa del brazo de Mitzuki y cruza los brazos conteniendo su frustración por el comentario de su amiga. Massu no puede dejar escapar una carcajada mientras Ryo lo manda callar.

-Bastante especial tú novio…

-¡¿Novio?! Jajaja… No, para nada… Ryo y yo nos conocemos prácticamente desde la guardería. Nos conocemos bastante bien como para ser pareja XD

-Ya veo. Entonces ¿Tienes novio? Digo, una chica como tú no puede estar sola o al menos, ha de tener una lista enorme de candidatos esperando estar a tu lado.

Sho se acerca un poco más a Mitzuki, quien por un momento se pierde de la realidad con el perfume de Sakurai, pero la pregunta que le hizo la regresa de golpe. ¿Novio? En realidad, ya no sabe si entre Tegoshi y ella existe una relación que los una como pareja. Lo que embarga el pensamiento de Mitzuki por un instante es esa duda de no saber cuándo fue que dejó de emocionarse tanto por Tegoshi y presumir su supuesta “perfecta” relación.

-Verás yo…

-Nagase-senpai… He terminado con las nuevas correcciones que has hecho a mi trabajo, ¿te molesta si me retiro? Estaré en la biblioteca por si surge algo…

Tegoshi se levanta de su lugar. Había pasado totalmente desapercibido por el escuadrón después del comentario bastante inoportuno que le había hecho a Mitzuki al comienzo de la clase. Sin mirar absolutamente a nadie, sólo a su profesor, espera la aprobación para retirarse y seguir con sus estudios, por lo que no se da cuenta de que Mitzuki lo mira con cierta tristeza reflejada en los ojos.

-Ah… Si, si, claro… Has avanzado mucho por lo que no creo que necesites de mi asesoría en las próximas clases…. Puedes irte…

Sin prestarle mucha atención a Tegoshi, por estar jugando con el PSP que le había quitado a Massu, Nagase le hace un ademán con la mano indicándole que se vaya. Tegoshi toma sus cosas y sale sin dirigirle la mirada o palabra alguna al escuadrón. Mitzuki trata de no voltear hacia la puerta y concentra su poca atención hacía el enorme folder de lo que sería el plan fotográfico para su proyecto. Anika observa la escena y se siente un poco culpable por aquel ademán de frialdad y desinterés por parte de su hermano.

-¿Estás bien, Mitzuki? ¿Pregunté algo que no debía?

Lentamente, Sho coloca una mano sobre la barbilla de Mitzuki y con delicadeza levanta su delicado rostro hasta poder ver con claridad la expresión de esos ojos. Para la chica, ese gesto marcaría su perdición, hacía mucho tiempo que no sentía ese hormigueo por todo su cuerpo, hacía mucho tiempo que no sentía ese calor que envuelve cuando se encuentra ante la presencia de alguien que puede protegerte de todo y todos. Un hombre verdadero.

-Ah… No… No te preocupes… Estoy bien… Sólo que mi situación amorosa en estos momentos es algo… complicada, pero, ¿qué relación no lo es, ne?

Mitzuki sonríe. Dios, en tan pocos minutos Sakurai había encendido en ella un fuego que le era desconocido. Ese fuego hacía que deseara sentirse protegida entre esos brazos, hacía que quisiera entregarse a esa pasión desenfrenada que se haya oculta detrás de aquellos ojos castaños. Hace mucho que no se sentía así… hace mucho que Tegoshi no la hace sentir así…

Tegoshi…

¡Maldición! ¿Cómo es posible que todo esto esté saliendo a flote con tanta facilidad? ¿Cómo es posible que se rinda y de por perdida su relación con Tegoshi? No, ella no es así, al menos debe darle una oportunidad. En honor a lo que empezó hace 6 años y perduró hasta hace poco, debe dar una última pelea por recuperar lo que un día fue…

-Si necesitas algo, lo que sea, no dudes en acudir a mí. No me gustaría que vieras sólo como un maestro, me gustaría que también me consideraras… tu amigo…

En un gesto inconsciente y bastante atrevido de su parte, acomoda atrás de la oreja un mechón del negro cabello de Mitzuki. Esta se sonroja igual o más que Toma, llamando la atención de Nagase y Massu

-Ese Sakurai… Y luego se queja de que yo no hago bien mi trabajo por estar distraído en líos de faldas =w=

-Tal pareciera que estuvieras celoso, Nagase…

-¿Celoso yo? ¿De ese…ese….? ¡Ja! ¬¬ ¡Nunca! No me subestimes pequeño cerdo regordete de mejillas rosadas

Regresándole el PSP a Massu, lentamente Nagase toma un pedazo de borrador que estaba sobre la mesa y, con gran habilidad y tino, lo lanza para darle directamente en la cabeza a Sho, este voltea con una mirada asesina.

-¿Tienes algún problema… NA-GA-SE…..SEN-PAI?

-no… ninguno n_________n

Sakurai parece querer comerse vivo a Nagase. En verdad que este hombre puede sacarlo de sus casillas con tanta facilidad.

-Anika… Necesitamos hablar…

-¿Ahora quieres hablar?… No lo creo Ryo… ya estoy harta de lidiar contigo…

Le responde en un susurro pero este es bastante contundente. Ryo se había acercado a la chica pero Anika lo único que quiere es alejarse de él y poder ir a hablar con su hermano. Se levanta de la silla y toma sus cosas, aprovecha que Sakurai está concentrado en Nagase por lo que se despedirá rápidamente de Mitzuki y evitará la “presentación oficial” de la que ha sido el escuadrón.

-Mitzuki, lo lamento pero debo irme…

-¿A dónde vas, señorita borrachina?

Nagase alcanza a ver las intensiones de Anika por ello la sorprende en el acto. Se levanta para acercarse a las dos chicas y se coloca detrás de Anika poniendo ambas manos en los hombros de la chica.

-Ogawa, creo que te falta presentar un miembro del escuadrón n_n

-Nagase… en verdad debo irme…

Murmura desesperadamente la aludida. Mitzuki recobra la compostura y sonríe de nueva cuenta mientras hace la introducción.

-Sakurai, ella es Anika y es la encargada de todo lo relacionado con la fotografía del proyecto. Es la artista del escuadrón por lo que tiene una visión bastante particular que plasma a través de su lente, por lo que considero que la parte visual sobresaldrá sobre los demás proyecto porque está en excelentes manos

-No… es necesario que digas todas esas cosas Mitzuki…

Anika se siente un poco incómoda por las palabras de su amiga. Le costaba trabajo el entender cómo es que le tenía tanta fe y, sobretodo, le provocaba miedo al imaginar que podría defraudar a Mitzuki y a todo el escuadrón si algo no salía a la perfección.

-Algo me dice que tu amiga no miente, tienes todo el porte de una artista nata…

-Así e, Sho… u_ú… aquí tengo evidencia del trabajo de Anika

Mitzuki comienza a buscar algunas fotografías de las pruebas de vestuario en su portafolio de trabajo, mientras Sho se acerca a Anika extendiéndole la mano.

-Mucho gusto en conocerte, Anika

-Ah… el gusto es mío…

Anika corresponde al saludo de Sakurai mirándolo directamente a los ojos. Pero algo raro sucede al momento en que sus manos se tocan. Anika siente que los ojos de Sho la absorben como si se tratara de dos hoyos negros y la trasladaran a un sueño, a una visión…

En dicha visión ve a una joven corriendo bajo la lluvia… No va sola… En brazos lleva a un bebé de 2 años y con la otra mano libre lleva de la mano a un niño de 7 años…

Corren… cómo si algo o alguien los persiguieran. En los ojos de la joven hay dolor, hay desesperación… hay miedo de que a esas dos criaturas les suceda algo terrible… ¿Serán acaso sus hijos?…

Sangre… Si, ella está cubierta de sangre… Eso que ve en su piel son ¿Mordidas?…

La joven no deja de mirar a sus espaldas, como si presintiera que aquello que los persigue está a punto de atraparlos… No queda mucho tiempo.

Se detienen en un pequeño edificio… Le dice algo al niño de 7 años mientras le entrega el bebé, quien comienza a llorar al dejar de sentir el calor de la joven…

Lagrimas inundan el rostro de aquella joven, su largo cabello negro está hecho un desastre al igual que toda su ropa y cuerpo debido a la sangre, tierra… ahora que puede verla más cerca, la apariencia de la chica da a entender que estuvo prisionera en algún lugar y las heridas parecieran el resultado de torturas…

No quiere dejarlos ahí pero… debe hacerlo. Se despide de ellos con un beso, a ambos niños les entrega algo: al bebé se lo coloca en el cuello y al niño en la mano. Da un par de pasos hacia atrás y comienza de nuevo a correr. Inmediatamente después aparece algo similar a una neblina bastante espesa y negra, pero eso no es lo aterrador…. Son los gritos que la acompañan, gritos de amenaza, gritos de odio, gritos de dolor…

La niebla persigue a la joven… pero alguien emerge de dicha niebla… No es muy clara la figura pero… lentamente se acerca hacia donde están los dos pequeños…

El niño abraza protectoramente al bebé, quien no deja de llorar y aprieta con fuerza aquello que les dejó la joven… es un dije de color rojo… pareciera hecho de sangre pura… ¿Dónde había visto ese dije antes?

Aquel ser lleno de maldad se está acercando… el bebé no deja de llorar y mientras lo acerca más a su cuerpo, el niño mira desafiante a esa figura…

Esos pequeños ojos castaños… le son familiares… bastante… de hecho, el lugar donde están le es bastante familiar a Anika…

La figura se está acercando, le dice algo al pequeño quien le responde desafiante… esos ojos… ese rostro… no será… ¿Sakurai?… y ese lugar… ¿Su orfanato?…. La amenaza ya está sobre ellos pero una luz lo bastante fuerte hace retroceder a ese ser….

¿Qué es esto? ¿Por qué tiene esa visión? ¿Por qué un recuerdo de Sakurai está ligado al orfanato donde ella vivió por mucho tiempo?….

La voz del mismo Sho la hace regresar a la realidad. Al parecer había estado a punto de desvanecerse y este la había sostenido.

-¿Estás bien, Anika? Estas bastante pálida…

-Ah, si… Lo lamento, se me habrá bajado la presión…

Aunque para ella la visión había durado una eternidad, en realidad no había pasado más que un instante. Anika se reincorpora y mira a los ojos de Sho. Si, definitivamente aquel recuerdo fue de su pasado, no había duda de que ese niño era Sakurai: la misma intensidad en sus ojos, el mismo misterio que sólo te da el haber tenido un duro pasado.

-¿No necesitas ir a la enfermería?

-No es necesario, Sakurai. Gracias

En ese instante la campana que marca el final de clases suena y todos en el salón comienzan a abandonarlo. Nagase les avisa que deben seguir trabajando y que para la siguiente semana comenzarán a poner en marcha todos sus proyectos.

-Debo irme, fue un gusto Sakurai. Mitzuki, perdóname en verdad…

Y sin más, Anika sale corriendo del salón para darle alcance a su hermano. Necesita hablar con él y arreglar todo de una vez por todas. Debía cambiar su actitud si es que quiere que todos a su alrededor sigan en armonía. Ellos no tenían la culpa de todos sus problemas y por ende no tenían por qué soportarlos.

-Muy bien escuadrón del mal u_ú en esta ocasión se salvaron gracias al cerdo regordete de mejillas rosadas quien muy amablemente me ha heredado su PSP…

-ToT ehhhhhh????

- Y no me rezongues ¬¬…. Ahora, espero que todos sean capaces de trabajar en E-QUI-PO y dejen a un lado las diferencias personales que puedan tener…

Nagase mira fijamente tanto a Toma como a Ryo, esperando que sus palabras calen en los dos chicos. Finalmente suspira y los deja ir. Massu con un puchero por haber perdido su nuevo PSP, Toma y Ryo sin dirigirse la mirada abandonan el lugar lo más rápido posible, quedando únicamente Mitzuki, quien se acerca a Sho.

-Sakurai… ¿Podría pedirte un favor?

-Por supuesto ¿En qué puedo ayudarte?

Sho se acerca y acaricia lentamente el hombro de Mitzuki mientras la mira fijamente a los ojos.

-Bien ¿Podrías ayudarme a corregir un poco mi proyecto? tal vez con tus indicaciones podamos encaminarnos mejor y …

-¡Oe! ¬_- Ogawa… Ni siquiera sabes a qué se dedica Sakurai ¿Y le pides ayuda?…

Nagase se levanta y le jala levemente la oreja a la chica

-¡Nagase!… ¡Déjala en paz!

Sho le da tremendo golpe en el costado, provocando que Nagase se retuerza del dolor. Tras cerciorarse de que Mitzuki está bien. Toma un lapicero y comienza a notar su número en el antebrazo de la chica sin dejar de sonreírle.

-Permíteme compensarte por la estupidez de tu profesor… Este es mi teléfono, puedes llamarme y con gusto revisaré tu proyecto. Y tal vez, tomemos un café…

-Ah… claro… Por supuesto… Aquí tienes el mío…

Mitzuki saca una pequeña tarjeta delicadamente perfumada, con su número y dirección electrónica. Se la entrega a Sakurai con una enorme sonrisa en los labios.

-Gracias por todos… ha sido un placer, Sakurai… Hasta pronto….

Agarra sus cosas para salir del salón. Durante todo el trayecto camina más lento de lo normal y contoneándose cual modelo profesional. Al llegar a la puerta echa una última mirada al nuevo chico para desaparecer por el pasillo.

*****

Anika había corrido hasta la biblioteca en busca de su hermano pero al no encontrarlo, decidió irse a trabajar.

Camina pesadamente hacía las afueras del edificio de la biblioteca, pensando en cómo va a arreglar todo el embrollo en que ha metido a su hermano. No se da cuenta que, al llegar al estacionamiento, un chico recargado sobre el capacete de un Ferrari rojo la mira con detenimiento. Anika pasa por enfrente de él inmersa en sus pensamientos.

-Si no te fijas bien por donde caminas puedes golpearte…con aquel… árbol…

-¿Eh?… ¿Cuál…?… ¡Itte!

Anika voltea para buscar al dueño de aquella voz pero al hacerlo se golpea directamente con un enorme árbol cayendo en el piso.

-Te lo dije… ¿Estás bien?

-si, si… ¡¿Qué haces aquí?!

Al levantarse se da cuenta que el chico que le ayuda a levantarse es Jin. Sonriente y ataviado impecablemente comienza a sacudir la ropa de Anika.

-Pasaba por aquí…

-Si claro… Mira, lo siento, no tengo tiempo para platicar. Debo ir a buscar a mi hermano y hablar con él…

-Ya veo… ¿Te molesta si paso a tu casa más tarde? Yo también tengo… Algunas cosas que hacer…

De repente alguien llama la atención de Jin. A lo lejos ve a Nagase y Sho saliendo del edificio principal de la universidad. En sus ojos se refleja algo parecido al desprecio y a la amenaza, su cuerpo se tensa por unos instantes pero vuelve a su estado relajado para volver a centrar su atención en Anika.

-¿Qué dices? Sólo un café y…

-No lo sé, Jin… tal vez… En verdad, tengo que irme… Lo siento…

Anika comienza a correr de nuevo hacia la parada del autobús sin mirar siquiera a Jin, quien la ve alejarse con una sonrisa en los labios.

Cuando está a punto de subirse a su Ferrari rojo, un Toma agitado llega corriendo, al parecer había seguido a Anika pero no pudo darle alcance. Tratando de recuperar el aliento, se sujeta del árbol en el que se había estrellado su amiga.

-Acaba de tomar el autobús… No sé a dónde iba…

-¡Eh!…. ¡Ah! Eres tú… ¿Akanishi, cierto?

Ikuta se sobresalta al escuchar aquella rasposa voz, pero se acerca al ver a Jin sonreírle amistosamente. Ambos estrechan sus manos.

-Así es.

-¿Qué te trae por la universidad? ¿Venías a ver a Anika?

-No. Me la encontré por casualidad. Venía a entregarle unas cosas a su amiga, la diseñadora. Las medidas de Yamashita… Ya sabes, que lo quiere como su modelo…

Jin le entrega un papel con varios números anotados en él. Ikuta mira raramente dicho papel mientras lo agarra y lo guarda en su mochila.

-Yo me encargaré de entregárselo…

-Muchas gracias, Ikuta. Nos estamos viendo.

Jin se sube a su auto, lo pone en marcha y cuando comienza a moverse en reversa, un Bentley Continental GTC Speed convertible color Onyx que va a una velocidad mucho mayor a la permitida dentro del estacionamiento de la universidad, se atraviesa ocasionando que Jin frene de tratando de no ocasionar un accidente aunque alcanza a aboyar y rayar un poco la puerta del conductor. Este se quita los lentes, notablemente enojado.

Toma se lleva una mano a la cabeza al ver que Ryo está a punto de bajarse y presiente que la situación será peor de lo que se espera ya que no se ha dado cuenta que Jin es el chido que estuvo a punto de chocarlo. Pero para su sorpresa, Nishikido no es el primero en bajarse del Bentley sino su acompañante, Uchi, quien al ver que Jin se baja dando la espalda, sale disparado del auto y lo avienta

-¡¿Es que estás ciego, imbécil?! ¡¿Dónde coño aprendiste a conducir?!

Uchi está a punto de golpear a Jin, pero cuando éste se voltea para ver a su agresor, se queda totalmente congelado, el color se le va del rostro tal como si hubiera visto su peor pesadilla convertida en realidad. Akanishi no parece estar molesto por las agresiones de Hiroki, al contrario, parece que por su mente comenzara a maquinar una idea, bastante desquiciada al ver cómo sonríe y muestra esa perfecta dentadura.

-Ah… eres… tú…

Uchi comienza a dar pasos hacia atrás mientras Jin se va acercando a él. Ryo se baja del auto al ver actuar a su amigo de una manera bastante extraña.

-Veo que tú amigo es algo… Impulsivo. Debe tener cuidado, ya que, si no piensa bien sus actos… estos tendrán graves consecuencias. ¿No es así?

Jin no deja de mirar a Uchi, quien trata de controlar su cuerpo y no temblar. Ryo le da un zape a Uchi para hacerlo reaccionar mientras mira con enfado a Jin.

-¡Tenías que ser tú, Akanishi!… ¿Es que tengo que verte a donde quiera que vaya?

-Tal vez se deba a alguna penitencia que tienes que pagar por algo que hiciste en vidas pasadas…

Sonríe calmadamente mientras mira a Ryo. Este está a punto de responderle tomarlo por la camisa pero en ese momento varios profesores de la universidad pasan por el estacionamiento por lo que se detiene, no puede darse el lujo de obtener otra acta administrativa de mala conducta en su expediente, por lo que cierra fuertemente los puños. Toma se acerca a Akanishi y coloca una mano en uno de sus hombros

-Nishikido… No tiene caso que empieces… Ambos llamen a sus respectivos seguros y listo. Además, es sólo un rayón, ni que te hubiera destrozado el auto.

-No te metas, Ikuta…

-Él tiene razón. No tienes que hacer un alboroto por un simple rayón en la puerta de tu auto… Aquí tienes, llama a mi asistente y él se encargará de ponerse de acuerdo con tu agente de seguros… Tal vez puedas aprovechar para cambiar de auto… Los Bentley son autos para… abuelos ¿ne?

Jin le entrega una tarjeta a Uchi, sin dejar de mirarlo fijamente a los ojos. Algo en ellos lo pone demasiado nervioso ¿o sería, miedo aquello que siente? Uchi toma con manos temblorosas esa tarjeta, su rosto está demasiado pálido y tiene que sostenerse del auto de Ryo.

-¿Estás bien Uchi?… ¿Qué carajo te sucede?…

Ryo voltea a verlo, pareciera como si Uchi estuviera enfermo. Éste voltea a ver a su amigo y trata de disimular su evidente estado.

-E-estoy bien…

-No se, Nishikido… tu amigo no se ve para nada bien… pareciera como si… hubiera visto algo, no se, su pesadilla hecha realidad…

Jin vuelve a colocarse sus lentes de sol y regresa a su auto, haciendo un ademán con su mano izquierda para despedirse de ellos. Cuando cierra la puerta, Ryo se acerca a él colocando ambas manos sobre el marco de la misma.

-Sé que estás planeando algo, Akanishi. Todavía no lo sé con seguridad pero te juro que voy a desenmascararte cueste lo que cueste.

Una última mirada amenazadora y Ryo regresa a su auto. Lo pone en marcha ya con un Uchi bastante perturbado dentro de él. Un rechinar de llantas y el Bentley sale disparado hacía las calles principales de la ciudad.

-Lo lamento Akanishi. Ryo siempre ha sido bastante… Extraño y con un humor bastante especial. Está algo molesto porque tuvimos problemas con una clase.

Toma se acerca al auto de Jin mientras busca las llaves del suyo dentro de su mochila.

-Eres un buen chico, Ikuta. Mira que tratar de justificar las reacciones de un chico que a leguas se ve que no le eres de mucho agrado.

-Je… Lo sé… Soy un completo Baka ¿ne?… Cuídate Akanishi.

Toma da un par de palmadas en la puerta del auto de Jin y camina hacia su Classic Mustang 1966. Lanza su mochila a la parte trasera del auto y se sube un poco cansado. Akanishi tenía razón, Toma no pude creer que trate de justificar las acciones egoístas de Nishikido. Se alborota un poco el cabello debido a la frustración y enciende la poderosa máquina de su auto clásico para dirigirse a su casa, no tenía tiempo que perder pensando en tonterías. Si, el trabajo lo ayudaría a despejar su mente.

Al salir del estacionamiento, no se da cuenta que Jin sonríe mirándolo por el espejo retrovisor mientras se lleva su moderno teléfono celular al oído. Del otro lado de la línea no tardaron mucho en contestar.

-Te tengo una buena noticia, Yamashita… Hoy salimos de cacería…

*******

-Espera, Sho… ¿Me estás diciendo que tuviste una visión compartida con Anika?

-Así es… Fue demasiado raro…

Nagase y Sakurai caminan por las calles aledañas a la universidad. Sho le había contado a Tomoya el extraño suceso que tuvo al saludar a Anika.

-Al momento que nuestras manos se tocaron… Comencé a tener esa visión, ese sueño que me atormenta desde siempre…

-¿Aquel recuerdo de cuando eras pequeño?

Nagase le ofrece un cigarro el cual Sho acepta inmediatamente. En sus ojos se refleja la perplejidad y la confusión. ¿Cómo fue posible que Anika hiciera brotar ese recuerdo tan doloroso en un abrir y cerrar de ojos?

-Así es… y no entiendo por qué. Ella no está relacionada con nadie de mi pasado…

-Creo que tal vez… inconscientemente, te recordó a…

Sho se para en seco y mira fijamente al cielo del crepúsculo pintado de púrpura y naranja.

-Ella está muerta… Yo la abandoné, Nagase. No cumplí la promesa que le hice a mi madre. No tiene nada que ver con mi hermana…

Su pequeña hermana, aquella que abandonó hace un poco más de 20 años. ¿O fue el destino fatal el que los separó? Eso ahora ya no importaba, de lo único que estaba seguro es que, después de tanto buscarla, la única conclusión a la que había llegado era que nunca más volvería a verla. Tal vez aquellos seres que los perseguían la habían encontrado antes que él y finalmente terminaron por matarla.

Una sombra del pasado aparece en los ojos cafés de Sakurai, anunciando un pequeño colapso en la salud mental de aquel joven ecuánime y centrado. Nagase se acerca a él y le da un par de palmadas en los hombros.

-Vamos a encontrar a tu hermana, Sho… Algo me dice que está cerca y que pronto aparecerá de nuevo.

-Pero fue hace tanto tiempo…

-¡Es tu hermana, Sakurai!… Comparten la misma sangre, los mismos genes… ¿O es que acaso me estás diciendo que eres un debilucho cualquiera?

Sho sonríe. Definitivamente agradecía el tener a Nagase a su lado. Claro, es un eterno adolescente en el cuerpo de un hombre maduro, pero en ocasiones ese lado le reconforta en los momentos más obscuros de su vida.

-Gracias Nagase…

-Anda pequeñin… te invitaré unas bebidas y unas nenas u_ú… Si, eso es lo que necesitas, yo se que lo deseas ¬___¬ mujeres desnudas bailándote en las piernas

-¡Estás loco Nagase! ¡No quiero que ninguna mujer me baile en las piernas!

-Ah… Entiendo… Entonces ¿Quieres que yo te baile? *O*

Sho alcanza a darle un golpe en el estómago y comienza a caminar de nuevo. Demasiado bueno para ser verdad. Ahí va de nuevo ese lado carente de sentido de Nagase.

-¡Itte!… Ok, Ok… Nada de bailes eróticos en público…. ¬____¬ pero espera que lleguemos a la casa

Dice Nagase para si. Le da alcance dándole un apretón en el trasero y sale corriendo hacía la zona de bares de la ciudad. Sakurai grita un par de maldiciones mientras trata de darle alcance. Si, definitivamente la noche pinta para ser larga.

*******

Dos elegantes figuras caminan por las atiborradas calles de Ginza. A primera vista pareciera que caminan sin rumbo fijo, pero esos dos chicos van siguiendo a un objetivo. Un chico de cabello obscuro ataviado con una gabardina negra y un llamativo dije color rojo. Éste no se percata de que lo siguen, presta demasiada atención a las nuevas aplicaciones de su Iphone que no supo cuando, en una calle menos transitada, un golpe en seco lo hace terminar en un obscuro y sucio callejón.

-¡Argh!… Pero… ¿Qué coño?

Se levanta con un poco de dificultad debido al golpe, que lo hizo estrellarse contra un contenedor de basura de uno de los finos restaurantes de la zona. Al tratar de identificar a sus atacantes se lleva una terrible sorpresa. La escaza luz proveniente de los autos que pasan, de los restaurantes y letreros neón, iluminan el rostro de aquellos dos chicos.

-¿Qué sucede, Uchi?… De repente perdiste toda esa valentía que mostraste en el estacionamiento…

-A-Akanishi…

Uchi trata de buscar algo en su gabardina, pero el acompañante de Jin aparece detrás de él, sujetándolo de los brazos.

-Cuando dijiste que iríamos de cacería no pensé que jugaríamos con una insignificante sanguijuela

-Está no es una insignificante sanguijuela, Yamashita. Es una que nos viene a perseguir desde Osaka… Y que no conoce su lugar en este mundo. ¿Crees que deberíamos recordárselo?

Una sonrisa bastante macabra aparece en los labios de Jin acompañada de una sonora carcajada de Yamashita, la cual se vio oculta por el ruido natural de la ciudad. El terror es evidente en los ojos de Uchi. Ya le habían advertido que no debía enfrentarse solo a este par y mucho menos provocarlos. Pero ¿Cuáles eran las probabilidades de encontrarse a Akanishi en la universidad?

-Me parece perfecto, Jin. Creo que esto servirá de lección para quienes traten de seguir tus estúpidos pasos…

Sujeta fuertemente a Uchi por el cabello y lo hace ladear la cabeza para poder decirle estas palabras al oído. Jin se quita la chamarra de piel que lleva puesta y se arremanga un poco la camisa de un blanco impecable. Cual felino que se acerca a su presa, comienza a caminar hacia Uchi.

-Debes sentirte orgulloso, Uchi… Servirás como mensajero para tus queridos camaradas…

Yamashita aprieta más los brazos de Uchi haciendo que este emita un gemido de dolor. Rápidamente lo despoja de la gabardina y lo estrella contra una de las paredes del callejón para ponerse al lado de Akanishi.

-¿Por dónde deberíamos empezar primero? Yo digo que rompiéndole algunos huevos…

-Eso te lo dejaré a ti… yo haré esto…

En un abrir y cerrar de ojos, Uchi recibe un tremendo golpe en el rostro que le hace voltear el rosto. La sangre que brota de la nariz rota del chico, alcanza a manchar la impecable camisa de Jin, pero a este no parece importarle. En sus ojos aparece un brillo parecido al placer, a la euforia, a la diversión sádica al ver el dolor y sufrimiento de otras personas.

-Me parece que hace falta otra cosa, Akanishi…

-¿si?… ¿Crees que deberíamos…?

-Por supuesto. Tal parece que esta sanguijuela disfrutará de su lección… De hecho, lo está pidiendo a gritos….jajaja…

Los dos chicos sonríen al planear lo que seguiría a continuación. Uchi trata de escapar pero el dolor es insoportable. Además, ya los tenía encima de él. Y es esa imagen la última que recuerda antes de perder completamente el conocimiento.

*******

El hablar con su hermano había resultado peor de lo que esperaba. Tan pronto había llegado a su casa, Anika se encontró con un Tegoshi bastante molesto y, por ende, comenzaron a discutir. Por más que Anika trataba de explicarle y pedirle una disculpa, su hermano parecía cada vez más y más enojado con la sola presencia de la chica.

Tras gritos, reclamos, maldiciones y azotes de puertas. Anika había salido de la casa rumbo a su trabajo. Gracias a dios es lunes, piensa Anika, por lo que sólo se encargaría de hacer inventario y una lista de lo que pedirían a los proveedores para mañana. Necesitaba tiempo para encontrar alguna solución, algo para hacerle ver a su hermano que no había sido su intensión el lastimarlo de aquella manera.

Al llegar al bar, prende sólo las luces necesarias para poder realizar su trabajo de inventario y pedidos, el cual realiza minuciosamente y checando doblemente lo anotado. Sabe perfectamente que en ese estado podría cometer algún error por pensar en sus problemas y quería evitarse algún regaño por parte de Aibu.

Tras verificar que el bar esté bien cerrado y las luces apagadas, sube a la segunda planta del bar en donde está ubicada la oficina de Aibu, un pequeño cuarto que sirve de archivero y una habitación que da a la parte trasera del bar y al pequeño estacionamiento del mismo. Es ahí a donde se dirige Anika. Ese era el pequeño refugio que le había facilitado Aibu, el cual comenzó a utilizar durante las peleas con sus padres, con Tegoshi y con Ryo. La habitación no era enorme pero si era lo suficientemente espaciosa para tener una cama individual, un pequeño baño, un ropero y una mesa con varios tubos de pintura en diferentes colores, lienzos de todos tamaños y un caballete.

Cansada, se sienta en la cama y lanza su mochila al piso. ¿Cómo fue que todo terminó de esa manera? ¿Cuándo fue que había perdido el control de su vida, a tal grado de lastimar a todo el mundo?

Se acuesta por un momento sobre la cama y trata de fijar su vista en algo que la haga encontrar una respuesta. En las paredes hay fotos, posters, algunas postales y anotaciones. Pero es el ventanal, al estilo del que aparece en la habitación de Sweeney Todd, el que llama su atención. La luna está cubierta parcialmente por un par de nubes que le dan ese toque misterioso.

Finalmente decide levantarse. Para poder encontrar una solución primero debía despojarse de todo este sentimiento asfixiante y sólo había una manera de hacerlo. Se dirige a la mesa de las pinturas y comienza prepararlas. Después toma un lienzo de considerable tamaño y lo coloca en el caballete para inmediatamente comenzar a dar unos trazos sobre el…

Si, plasmar sus temores, sus preocupaciones…. Sus demonios…. Para poder deshacerse de ellos. Debía hacerlo si es que quiere solucionar todo lo antes posible.

*******

-Ay, Ay, Ay… Y yo que te deseo a morir, que importa esta es la última vez…tutututururu… Pipipipipiiiiiii…

Nagase va caminando en zigzag por las calles cercanas a su departamento, seguido por un Sho bastante cansado de ir cuidando que su amigo no choque contra un poste telefónico o vomite sobre un auto estacionado en la calle.

-Uh… Baila conmigo, Sho-sho-chan @_@ Wooohoooooo….

-¡Te dije que no bebieras tanto, Nagase!

Sho prende un cigarro mientras se voltea totalmente apenado al ver que Nagase se acomoda entre dos autos para “descargar” la enorme cantidad de alcohol consumida.

-Eso es bastante asqueroso… ¿Sabías?

-Fufufufu…

Cuando Nagase termina y después de sacudir un poco su pierna derecha, comienzan a caminar de nuevo. No faltaba mucho para llegar al departamento de Nagase, gracias a los dioses. Sho lo dejaría ahí, sano y salvo, para después dirigirse a su propio departamento y descansar tranquilamente.

A sólo un par de edificios para llegar al de Nagase, algo bastante extraño llama la atención de Sho. Las luces del alumbrado público están completamente apagadas, no hay ninguna persona transitando por el lugar, mucho menos algún automóvil. El sensor de Alerta en Sho de activa de inmediato, esto no es nada normal para ser inicio de semana.

-Nagase… Detente…

La voz de Sho es casi un susurro pero lo suficientemente ronca como para que Nagase alcance a escucharla

-¿Eh? @w@

-El ambiente está apestado de su esencia… Debemos andar con cuidado, es posible que hayan estado aquí… O todavía sigan observándonos…

Sho adopta una pose defensiva mientras examina detalladamente todo a su alrededor: los techos de casas y edificios, autos, rincones obscuros. Nada, no hay nada. Pero ese maldito olor, no deben estar lejos.

-Calma, Sho-chan… A lo mejor oliste a algún animal muerto en alguna alcantarilla… neeeeee…….. ¡wuaaa! ……….. ¡”·$$%&/$·/()(%$…. ¿Qué es esto?

Al tratar de entrar al lobby de su edificio, Nagase tropieza con un gran bulto a los pies de la puerta. Debido a la obscuridad y, claro, la borrosa visión de Nagase debido al alcohol, no puede distinguir qué es lo que se encuentra en el piso. Al principio piensa que es algún paquete, alguna caja, o una alfombra que alguien había olvidado. Pero conforme toca aquel bulto y Sho se acerca para ayudar a Nagase, ambos se sorprenden al ver que no es un objeto, sino una persona que ellos conocen bastante bien.

-¡WHAT THE HELL! ¿Qué… Qué te sucedió Uchi?

Por el susto, parece que a Nagase se le baja rápidamente la borrachera y comienza a sacar el cuerpo de Uchi, el cual está envuelto en una bolsa negra de plástico y sólo su rostro está visible. Si a eso se le podía llamar visible ya que está lleno de golpes y cubierto de sangre. Al retirar el plástico negro, el cuerpo de Uchi no es la excepción: su cuerpo está lleno de heridas parecidas a mordidas, algunas superficiales, otras bastante profundas. Su cuerpo está bastante frío debido a la lenta pérdida de sangre.

-¡¿Quién te hizo esto, Uchi?!

Sho lo levanta lentamente para recostarlo sobre la pared.

-Fueron… Ellos…. Sa-saben que estamos detrás de… detrás de ellos…

Uchi comienza a toser sangre, necesitaba atención médica inmediata. Pero no podían llevarlo a cualquier hospital, harían demasiadas preguntas y ellos se convertirían en sospechosos.

-Nagase debemos…

-Entendido. Conozco un lugar no muy lejos de aquí…

Nagase toma en brazos a Uchi para llevárselo directamente al estacionamiento donde tiene su Camaro Chevi 1969 negro. Coloca al herido en la parte trasera y sin perder el tiempo, Sho y Nagase salen disparados. El tiempo apremia y parece ser que a Uchi ya no le queda mucho.

***********

El haberse puesto a pintar le había ayudado a relajarse a Anika y ahora admira el cuadro. Viéndolo bien, la chica que está plasmada en el cuadro le recuerda mucho a aquella mujer que había visto en la visión de Sakurai. Largo cabello negro, tez clara, pero son sus ojos los que más llaman la atención. De un dorado que te hipnotiza.

-Creo que tomaré un baño… Espero que haya agua caliente…

Anika se masajea los hombros mientras se dirige al baño, pero un ruido proveniente de las escaleras la hace colocarse aun lado de la puerta. Ahí esperaría al intruso y lo golpearía para poder salir del lugar. Nunca nadie se había metido al establecimiento en cuando ella estaba. No, su mala suerte no podía hacerle una mala jugada que afectara a su amiga Aibu.

Las pisadas se oyen cada vez más cerca y aparece un chico, quien es recibido con una lata de pintura que esquiva y termina estrellándose en la pared. Cuando Anika está a punto de golpearlo con una patada directo al estómago, se detiene al ver a su misterioso visitante.

-¡Akanishi!… ¿Qué carajo estás haciendo aquí? ¡Me has pegado un enorme susto!

-Susto el que me llevé al ver que había alguien en el negocio. No sabía que trabajaban en lunes. Creo que necesitas un trapeador para limpiar la pintura en el piso…

Jin mira divertido a Anika, quien lo sigue observando con bastante intriga.

-Olvídate del piso… ¿Cómo entraste?

-Olvidas que soy el hermano de la Dueña. Tengo mi propia llave. Soy yo el que debería preguntarte ¿Qué estás haciendo a estas horas aquí? Pasé por tu casa pero parecía estar desierta y…

-Ah… tuve una pelea con mi hermano… y… decidí darle su espacio…

Anika comienza a limpiar el piso un poco sonrojada. ¿Cómo es posible que con su sola presencia, Jin haga que ella se abra y platique de lo que sucede en su vida?

-Ah. Lamento escuchar eso… ¿Necesitas ayudas?

-No. No, estoy bien.

-Se supone que también es tu casa. No entiendo por qué tuviste que salirte de ella.

-Es una larga historia Jin. La casa le pertenece más a Tegoshi que a mí y… Bueno, tu hermana me prestó este rinconcito para mis exilios.

Sonríe un poco a la fuerza, mientras termina de limpiar el piso. Cuando por fin levanta la mirada y ve la camisa manchada de sangre de Jin, se acerca un poco preocupada.

-¡Dios!… ¿Te lastimé? ¿Estás sangrando?

-Ah… Esto. No tienes por qué preocuparte. Yamashita y yo nos encontramos en la calle a un chico totalmente golpeado y al ayudarlo, me imagino que su sangre manchó mi camisa.

Una fugaz sonrisa sádica se dibuja en sus labios, la cual desaparece inmediatamente cuando se acerca un poco más a Anika.

-Algo pasa contigo, Anika. Lo puedo ver en tus ojos. Están tristes…

-Jin…

Anika desvía la mirada hacía el ventanal, tratando de no caer en ese encanto galante de Akanishi. Algo en su interior tiene la necesidad de hablar sobre lo que le entristece, sobre aquello que le hace ser, a su parecer, una terrible persona. Pero ¿por qué Jin? Seguramente terminaría huyendo de ella. ¿No es lo que todo el mundo hace?

-Algo me dice que estos ojos brillaron alguna vez… ¿Qué te ha pasado, Anika? ¿Qué ha sido de tu vida?

Jin sujeta delicadamente la barbilla de Anika, para obligarla a mirarlo directamente a los ojos, acción que hizo sonrojar a la chica. Esos ojos, esa voz, ese perfume, la embriagaban totalmente, la hacían derrumbar todas sus barreras.

-Mi vida… Ha sido demasiado rara, bizarra… Y llena de episodios dolorosos…. No creo que quieras escucharla, no en una sola noche…

Anika trata de mantener un tono de voz indiferente para restarle importancia a la petición de Akanishi de contar su vida. Era la primera vez que un desconocido mostraba tanto interés sobre su pasado. Si, definitivamente era increíble. Jin acomoda un poco el corto cabello de Anika mientras con una enorme sonrisa le dice

-Por eso no te preocupes, pequeña. La noche es nuestra.